El área de estudio sobre el cual se centró el trabajo es de 40 kilómetros de ancho por 80 de alto, superficie que fue objeto de un estudio fotogramétrico en escala de 1/40.000 (un centímetro cada 400 metros de terreno) lo que permitió un trabajo de topografía de traza muy preciso que incluye todos los factores relacionados con la construcción del puente, desde el hidrológico hasta el ambiental. Después de una serie de alternativas, se optó por un complejo de 16 puentes en la planicie de inundación (territorio santafesino) y un cruce principal de 4,2 kilómetros de longitud, objetivo al que los técnicos arribaron gracias a cambios que se hicieron a partir de la evolución del proyecto, mediante un intenso relevamiento de las superficies, de los cursos de agua de la zona y de las velocidades de desplazamiento fluvial en los puntos donde se habrán de erigir los puentes propiamente dichos.