Uruguay promueve en su política energética una gran incorporación de generación de energía eléctrica a partir de fuentes renovables no tradicionales (eólica, solar, biomasa), pero, dado las características de disponibilidad fluctuante de dichas fuentes, es conveniente complementar las mismas con otras fuentes de generación de firme disponibilidad. Para ello Uruguay ha optado por incorporar una central térmica bicombustible (gasoil-gas natural) que se acople al proyecto de construcción de una terminal de regasificación de GNL en costas uruguayas.
La central posee dos generadores turbogas de 180MW cada uno y un generador a turbo-vapor de 170 MW el cual cierra el ciclo.