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26/07/2013

Pavimentando la ruta al futuro

Hace diez años, la única forma de transportar mercancías desde el puerto de El Callao, en Lima, hasta la región norte de Perú era a través de la red vial Ancón-Huacho-Pativilca, un laberinto de carreteras estrechas de 183 kilómetros que atravesaban zonas pobladas. Para los camiones de carga, los innumerables embotellamientos de tránsito implicaban una costosísima pérdida de tiempo y dinero. Para la población local, los costos se manifestaban en una mayor congestión vehicular, ruido y falta de seguridad vial.

Por fortuna, hoy en día esos problemas han quedado resueltos gracias a una singular alianza entre el gobierno de Perú, el sector privado y el BID. Como parte de un Plan de desarrollo de autopistas diseñado para atraer la inversión privada hacia las carreteras del país, en 2003 el gobierno peruano transfirió la administración y el mantenimiento del sistema vial Ancón-Huacho-Pativilca a una empresa con fines específicos, Norvial S.A., en el marco de una concesión a 25 años. El BID se unió a este esfuerzo para ayudar a financiar la ampliación, el mejoramiento, la gestión y el mantenimiento de las carreteras.

Las obras de construcción, finalizadas durante los primeros tres años de la concesión, comprenden dos vías circunvalares o de “evitamiento” --cuya extensión total es de 34,2kilómetros-- y una serie de desviaciones para alejar el tránsito pesado de las zonas urbanas. De igual manera, el proyecto sirvió para reparar carreteras existentes, construir dos nuevos puentes y modernizar las instalaciones de peajes. Gracias a estos avances, la duración de los desplazamientos se ha reducido hasta en un tercio del tiempo y el acceso a la capital ha mejorado; igualmente han disminuido la congestión y la emisión de sustancias tóxicas contaminantes en zonas sobrepobladas.

El Ancón-Huacho-Pativilca fue desarrollado por un consorcio de tres empresas, Graña y Montero, JJ Camet Construcción y Besalco de Chile.

Además de otorgar financiamiento de largo plazo para el proyecto, el BID ha ayudado a reforzar la estructura de la concesión, mejorar el marco jurídico y elaborar normas sociales y ambientales. En particular, dada la complejidad de las obras de construcción y de las relaciones con las comunidades locales, el BID ha desempeñado una importante función a la hora de tratar temas de reasentamiento y atender las preocupaciones de las poblaciones afectadas por esta iniciativa. Actualmente Norvial se encuentra trabajando con el BID para mejorar la seguridad vial y reducir los accidentes de tránsito.

En suma, el nuevo sistema vial ha facilitado el transporte de productos agrícolas y manufacturados a los centros de comercio cercanos a Lima y al puerto de El Callao. En tal sentido ha desempeñado un papel crítico en el desarrollo de la región norte de Perú, que en años recientes ha registrado un crecimiento más acelerado que el del resto del país. Porque cuantos menos sean los trancones, mayores serán los ahorros de tiempo y dinero tanto para los individuos como para las empresas.

Fuente: BID (enlace a la noticia)